Durante el verano estamos expuestos todo el tiempo a los rayos solares. Como bien sabemos son muy peligrosos y nocivos para nuestra salud, sobre todo para la piel.
Como hemos visto en oportunidades anteriores, hay varias formas de cuidarnos en estas situaciones. Pero en caso de que igualmente nuestra piel se vea afectada por quemaduras solares, siempre hay alguna solución casera para contrarrestar los efectos nocivos del sol. Aquí les dejo algunos remedios que utilizaban nuestras abuelas.
Uno de las mejores opciones es aplicar rodajas de tomate fresco. Esto es ideal sobre todo si las quemaduras están en zonas como el rostro, los hombros o el pecho. Cortamos el tomate en rodajas gruesas y lo asentamos sobre las quemaduras. El alivio es instantáneo.
Otro remedio casero muy efectivo es el aloe vera. Cortamos una penca por la mitad y con cuidado de no pincharnos la pasamos por toda la piel. También podemos pasar por toda el área afectada una gasa remojada en leche fría o yogurt.
En caso de no contar con algunos de estos ingredientes directamente podemos pasar un paño frío por la piel, si bien no tiene propiedades curativas calmará el ardor.
Otra opción válida es realizar un baño de inmersión, pero procurar no utilizar agua caliente porque será peor. Llenamos la bañera de agua fría o tibia, podemos aplicar también sales de baño refrescantes, y nos quedamos allí como mínimo 15 minutos. Eso relajara la piel y disminuirá el ardor y enrojecimiento
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